¿Sabes cómo el tabaco envejece tu piel?
¿Te has preguntado alguna vez por qué los cirujanos plásticos también os recomendamos no fumar? ¿Es solo por salud? No, no es solo por salud: el tabaco envejece y el daño es proporcional al número de cigarrillos que se fumen a diario.
No voy a hablar de los daños en pulmones o en el sistema cardiovascular, hoy como cirujano plástico me centraré en cómo envejece el hábito de fumar.
¿De verdad existe la cara de fumador? ¿Se nota cuando una persona fuma sin olerla ni preguntarle? Pues sí, lo siento, se nota cuando alguien es fumador porque la piel tiene mala coloración, más grisácea, está más seca y presentan más arrugas, de aparición más precoz.
El cigarrillo envejece rápidamente la piel
Arrugas marcadas y aspecto demacrado son algunos efectos del tabaco.
Por cada 10 años que una persona fuma, su piel envejece dos años y medio más que si no fumase, según un documento elaborado recientemente por la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) y cuya finalidad es servir de guía a los profesionales estéticos.
De acuerdo con un informe elaborado años atras, los factores estéticos motivan a
6 de cada 10 fumadores a dejar de fumar y las consultas más frecuentes en esta
especialidad relacionadas con el tabaquismo son la fragilidad capilar por pelo
quebradizo, desnaturalizado, secándolo y haciéndolo más débil debido al monóxido de
carbono. Incluso en fumadores crónicos tiende a caerse más. También existe un
efecto directo sobre la cicatrización, ya que disminuye la producción de nuevos
vasos y la síntesis (producción) de colágeno que son necesarios para ese
proceso y el envejecimiento prematuro y dientes amarillentos.
El tabaco envejece y oxida tu piel antes de tiempo. Y es que
les quiero explicar en qué consiste esa típica cara de fumador (es totalmente
cierto, ¡se nota cuando alguien es fumador! ) y cómo incide y acelera el
envejecimiento facial.
Cuando nos preguntan a las mujeres que es lo que más difícil
de cumplir años, siempre respondemos que cada año son más notorios los signos
de la edad estamos cumpliendo. Las arrugas, líneas de expresión, deshidratación
de la piel, flacidez son señales inequívocas de que vamos madurando, sin pensar
realmente que nuestros hábitos de vida son determinantes para retardar o
acelerar la aparición de los signos de la edad, contando siempre con la
alternativa de vernos más jóvenes si tratamos de tener una buena alimentación,
hacer ejercicio, dormir bien, no fumar y mantenemos alejadas de los fumadores y
debemos tomar en cuenta que nuestra piel (el órgano más grande del ser humano)
también sufre dramáticamente las consecuencias del consumo de tabaco, porque
las fibras elásticas naturales de nuestra piel se destruyen a consecuencia de
los más de 4000 componentes tóxicos que inhalamos provocando que se arrugue más
de lo que debería, siendo más notorio en la cara.
Las mujeres fumadoras activas y pasivas, tienen tres veces
más probabilidades de presentar arrugas prematuramente que aquellas que no
están en contacto con el humo de tabaco ambiental.
¿Qué es la elastosis?
Se conoce como elastosis a la
disminución de resistencia y elasticidad cutánea por el daño en el tejido
conectivo. En la piel se traduce en esa apariencia correosa con arrugas
muy profundas, que también se ve en personas muy expuestas al sol o la
intemperie. He comentado que la elastosis del fumador es diferente de la solar
o la senil, la diferencia estriba en que el sol o la edad inciden primero en
las capas más superficiales, epidermis y dermis superficial, mientras que el
tabaco afecta primero a niveles más profundos, dermis media o reticular. Esto
se debe a que los radicales libres que llegan a la piel con los capilares
alteran las fibras elásticas y de colágeno, lo que, junto al déficit de
oxígeno, al aumento de la agregación plaquetaria y los niveles reducidos de
vitamina A y estrógenos, va a repercutir en que la piel perderá firmeza y
elasticidad, descolgándose y formándose arrugas.
¿Cómo recuperar la salud de la piel tras dejar de fumar?
Los daños producidos en la piel por el tabaco pueden revertirse en cierta medida si la persona deja de fumar y se cuida su piel. “Hay cremas tópicas con ácido retinoico, retinol y ácido glicólico que facilitan la renovación de las capas de la piel. Algunas sustancias, fundamentalmente los retinoides, pueden ayudar en el tratamiento.
Otras formas de cuidarse, según Schepers, son evitar la
exposición solar, responsable del envejecimiento prematuro, y tener una buena
alimentación. La alimentación, sobre todo en los momentos en que se produce la
renovación de la piel, debe ser rica en vegetales y proteínas, para regenerar,
y antioxidantes, para eliminar los radicales libres.
Al dejar de fumar se pueden revertir los efectos, pero no
hay que olvidar que ya se tiene un daño. “Lo principal es abandonar el
cigarrillo por completo, luego se pueden emplear cremas o tratamientos a base
de peeling para ir mejorando la producción del colágeno y las fibras
elásticas”, sugiere el médico.
El efecto no es inmediato, pues es un daño ocasionado por
largo tiempo. La mejoría podrá percibirse al cabo de algunos meses.
Hay muchas más complicaciones, en serio. Yo no soy fumadora, pero es que no entiendo que tantas personas se sometan a cirugías y hagan un desembolso para mejorar su aspecto y no hagan algo tan efectivo y de beneficio evidente como dejar de fumar.
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